Mi comadre Rosana


Rosana Hernández Pasquier, con quien la vida me ha dado la dicha de compartir más de 20 años de amistad, es además mi hermana y mi comadre (Rosa es la madrina de mi hija Ariadna). La vida nos ha dado la oportunidad de compartir momentos in: innumerables, incontables, insólitos, inciertos y hasta indescifrables (Nunca tendremos certeza, por ejemplo, sobre las razones que motivaron una sentida lectura de Castillo Zapata que hicimos juntas en una camioneta de transporte público, atrapadas en una tranca en la vía de Turmero-Maracay, para el susto y el asombro de los pasajeros y del conductor, especialmente este último, que nos llevaba detrás y no entendió nunca -tampoco nosotras hoy día- por qué llorábamos inconteniblemente. Tampoco hemos podido explicarnos por qué afirmábamos, juntas y a un mismo tiempo, que la canción "Candil de Nieve" tenía otra estrofa, "muy bonita, más bonita que las otras" y la repetíamos a dúo, también para asombro de quienes nos miraban boquiabiertos). Rosana y yo fuimos protagonistas (junto a un staff de poetas, casi todos aragüeños o residenciados en) de una vida de película que podríamos titular, en el buen sentido (el único), "Vagancia City". Bella época, cuando los artistas disponíamos de tiempo para crear, tiempo para vivir y tiempo para expresarnos. Bella época en la que sólo necesitábamos unas pocas monedas para celebrar la palabra. Ahora, que la distancia y "la adultez" nos limitan las ganas (no el sueño), cuando la memoria me asalta, busco sus libros y la leo. Recuerdo su casa de puertas abiertas, su maravilloso don de anfitriona, las lecturas sobre su cama, las caminatas y las tardes de café. Entonces, como diría ella, la nostalgia es "una trepanadora al hígado" que me lacera hasta el llanto.

Ritual de cafetín

Aquellas conversaciones en el Cafetín Italia
el ritual del marrón sobre la mesa
yo te decía que estábamos en Estambul

Brillábamos por el bochorno
que es la Villa de San Luis Rey
o el día tórrido de Estambul

El verano ardía de un golpe en tus ojos
y estabas agotado de cruzar tanto piélago
en la geografía cuadrada de la mesa

Rosana Hernández Pasquier
(Del libro El envés de los días)

Reciéntemente, mi amiga me envió por correo electrónico la siguiente dirección: Blog de la poeta Rosana Hernández Pasquier. Allí están sus poemas y publicaciones para el goce de todos los lectores.


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