LAS TARJETAS NAVIDEÑAS DE ALY PÉREZ

Una de las participantes del taller literario del Movimiento Cultural Zamora (1988?) era una joven de origen árabe. Me contó Rosana Hernández Pasquier que la joven la llevo de visita a casa de su familia. Lo primero que los padres de la joven quisieron saber era si, de verdad, su hija podía llegar a ser "poeta" porque si ella era poeta la familia había sido bendecida, algo así como que la familia tenía garantizada la salvación.  En ese momento, yo pensé que mi cultura no le daba el lugar debido al oficio de la palabra, ya que nuestros parientes no siempre celebran la escogencia de un oficio tan poco lucrativo. Años más tarde, y tras la partida de tantos poetas, he entendido que para nuestra cultura la trascendencia del oficio poético no está en los lazos familiares consanguineos sino en los brazos filiales que la vida te depara en su devenir. Para nosotros, tener un amigo poeta es tener la llave que abre todas las puertas, es estar encaminados con certeza en el camino ancho, próspero e infinito hacia todas las divinidades.


Aly Pérez era poeta y era pintor y tenía muchos amigos. Cada navidad,  Aly nos obsequiaba tarjetas a todos. Tarjetas artesanales, hechas con el arte del color y el afecto de sus manos. Algunas son tan particulares que resulta imposible digitalizarlas (como aquellas largas telas sostenidas de dos bambús, al modo de los pliegos orientales). Hoy quiero presentarles algunas de las tarjetas que el poeta me obsequió para mi felicidad.


Bemsellah elrohman elrahim




(Si quieres verlas detenidamente, haz clic en la pausa y ve pasándolas con la flecha una a una)

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