EL BESO - Fotografías de Leonardo Vivas Marchena

Rosana envió su texto La Cándida Eréndira Bar y atizó estas ganas de regresar al tiempo irresponsable de la creación y el exceso. Entre coros y caras, Rosana recordó la exposición "El Beso" que Leonardo Vivas Marchena (Leíto) presentó en el marco de una celebración del Día del Amor y la Amistad. Bendito entre otros días de nuestra historia de azares y batallas ganadas contra la burocracia, ese 14 de febrero de 1997 cayó viernes, como decimos en estas latitudes.

El recién nombrado presidente del entonces IACEM (Instituto Autónomo de Cultura del Estado Miranda), mi amigo José Rodríguez "El enano", me retó a presentar una celebración que le ganara a la suya en calidad, asistencia y disfrute. Para esta competencia, él podía contar con la Sala Emma Soler y presupuesto para cancelar el equipo técnico, los honorarios de sus invitados y la publicidad; en cambio, yo sólo podía contar con mis amigos. Acepté la apuesta inmediatamente. ¿En qué reposaba mi absoluta seguridad? En que la lealtad, la grandeza, la creatividad y la solidaridad de mis amigos no tienen par ni en este ni en ningún mundo posible.

Lo demás, Rosana lo contó mejor que yo. Creo que Laureano Márquez y Nancy Toro no supieron nunca las razones de su escaso público. Nosotros, mis amigos y yo, insuflados de espíritu caribeño, cercamos los espacios de la Emma Soler, no con una sino con tres actividades. La historia cuenta que, doce años después, quienes asistieron a celebrar ese día con nosotros todavía atesoran, oculto en una gaveta, en un diario o en un album de fotos, el poema de amor o divorcio que le compraron por 5 Bs a Rosana y al Osuna. Otros, los habitantes de la nocturnidad, todavía soñamos con comprar "La oficina" y convertirlo en un bar que lleve por nombre La Cándida Eréndira, donde yo pueda despachar cerveza helada y destapar mi risa sin recato, un bar con rockola, manteles plásticos de cuadrito, ceniceros de aluminio de colores, un florerito de vidrio con una rosa plástica en agua naranja carmencita y el clima entrando hasta neblinar la silueta de Gioconda Parra, su voz y sus gestos, seducción que habita mitológica en la memoria y que es motivo de nuestra añoranza cada día.

Como una constelación, primer eslabón en una serie de acontecimientos que nos hizo protagonistas de años únicos e irrepetibles en la historia cultural de Los Teques, la exposición fotográfica de Leíto nos recibía a la entrada del Complejo Cultural y nos eclipsaba en la inocencia de ese universal del amor y la amistad que es la boca buscando el territorio del otro para expresarle todo lo que la palabra no puede. Debo repetir algo, no había presupuesto o lo que es decir, no había rollos, papel fotográfico, revelado, montaje, museografía… pero allí estaban, para asombro y felicidad de todo el que tuvo ojos para ver y tiempo para vivir. Veinte fotos colgaban desde lo alto del lobby de la Sala Emma Soler y en caída libre cubrían a sus anchas el espacio, en cálida de bienvenida a la actividad de El enano. Todos añoran la exposición, pero de lo que ocurrió puertas adentro del teatro nadie atesora ni un recuerdo. Como sus casas y su clima, así fueron, así son y así serán los habitantes de estas tierras altas: cálidos en tiempo de invierno, frescos en tiempo de sequía… aún declarada la guerra, cultivan el don de dar cobijo a quien lo requiera… pero si tan solo intentas burlarte de los signos que inscriben en sus piedras son terribles y titánicos hasta devorarlo todo a su paso.

Doce años después, casi trece, el texto de Rosana me llevó a buscar una de estas fotos para ilustrarlo. Me encontré con el inconveniente de que no todas las fotografías estaban en manos de su creador. Entonces inicié la cruzada de la recuperación. Ya he conseguido 12 fotos y continúo en la pesquisa de las que faltan. Si alguno de los lectores conoce su paradero, por favor, no dude en avisarme. Mientras, disfrutemos una vez más de “El beso”.

(Si quieres verlas detenidamente, haz clic en la pausa y ve pasándolas con la flecha una a una)

No hay comentarios:

Publicar un comentario